El Real Madrid tropezó con todas las de ley en la primera jornada de Liga cediendo un empate en Soix (1-1) que le deja a rebufo del Barcelona a las primeras de cambio y que rebaja el suflé creado alrededor de la nueva galaxia de Florentino Pérez. El 1-1 cosechado contra el Mallorca es un serio aviso a navegantes para la constelación de estrellas comandada por Carlo Ancelotti. Vinicius y Kylian Mbappé fueron siempre una amenaza pero solo dejaron destellos aislados de su calidad y se marcharon de vacío de la isla; Jude Bellingham volvió a la versión gris que ofreció a finales de la campaña pasada y solo Rodrygo atinó a ver puerta ante un Mallorca sensacional. Ni siquiera en el arreón final que tantas alegrías le ha dado el Madrid encontró el gol que tanto buscó para llevarse los tres puntos. El equipo de Carlo Ancelotti especuló demasiado a partir del 1-1 pensando que con talento y desequilibrio le iba a bastar para vencer en Son Moix, pero no se esperaban los blancos encontrarse con esta versión del Mallorca. Arrasate ha recogido las mejores virtudes que convirtieron al Mallorca de Aguirre en un equipo gremial y granítico y además ha añadido más registros con el balón para construir un Mallorca versátil y mucho más valiente que el de su predecesor. Lee también Tropiezo del Real Madrid en Mallorca Manuel Bruña Clasificación de LaLiga en la Jornada 1 Redacción El cuadro balear ofreció anoche una exhibición de solidaridad y astucia para minimizar al Real Madrid, patentando así una fórmula que sin duda tratarán de replicar el 80% de los equipos del campeonato. El Mallorca basó su plan defensivo en el orden, la concentración, el trabajo innegociable y las líneas bien juntas y a partir de ahí, en cuanto recuperó el balón, tuvo la paciencia necesaria para no precipitarse y buscarle las cosquillas al Real. El conjunto blanco jugó con fuego y bien pudo irse derrotado de Mallorca. Los de Ancelotti ya saben que nadie regala nada y sus próximos rivales han tomado nota del trabajo de un gran Mallorca