El fútbol es un deporte impredecible. Un día tocas fondo y al siguiente alcanzas la gloria. Todo es posible en una disciplina que no espera a nadie, que se mide por detalles mínimos y en el que reinventarse constantemente puede hacerte sobrevivir. Que se lo digan al Stuttgart, un club que ha vivido una montaña rusa en los últimos años y que ahora no quiere bajarse de la nube. Hablar del Stuttgart es hacerlo de uno de los equipos más grandes del fútbol alemán. Sus vitrinas las llenan cinco títulos de Bundesliga, tres Copas de Alemania y una Supercopa de Alemania. Además, tiene suma cuatro participaciones en la Champions League y 18 en Europa League. Un bagaje suficiente para ganarse el respeto del mundo del fútbol. En 2024, su situación hace justicia a su historia. El conjunto germano volverá a escuchar la sinfonía de la Champions después de 15 años sin hacerlo y su retornó será en el Santiago Bernabéu, el santuario de la Copa de Europa. No existe mejor estreno posible. Tampoco existe uno peor. [La IA pronostica cómo será la Champions League: City-Madrid, final soñada, el Barça cae en cuartos y…] De todas maneras, jugar en este estadio y en esta competición es un sueño que seguramente hace unos años pocos hubieran imaginado en el equipo teutón. Quieren alargar al máximo esta aventura. Descenso a los infiernos El Stuttgart debe disfrutar el camino porque hace no tanto recorrió uno lleno de espinas. En 2020, hace tan solo cuatro años, sufrían un doloroso descenso a la Bundesliga 2. Lo hicieron por detalles, cayendo en el playoff ante el Unión Berlín por goles fuera de casa en lo que fue un duro varapalo para un club histórico. Fue la cuarta en su historia, pero fue muy cruel por el modo en el que se consumó ese descenso. Se les presentó una situación delicada y la obligación de rendir de forma inmediata para volver lo más pronto posible a la élite. Y lo lograron. Finalizaron en segunda posición y subieron a la Bundesliga para volver a respirar de nuevo. Un jugador del Stuttgart se lamenta tras el descenso de su equipo a Bundesliga 2. REUTERS A partir de ahí siempre se han mantenido en la máxima categoría del fútbol germano. Finalizaron novenos en su temporada de regreso, decimoquintos en la siguiente y en el curso 22-23 tuvieron que volver a jugarse la vida en el playoff. Esta vez no se quemaron y golearon con autoridad al Hamburgo, otro histórico. De pronto, en apenas 365 días, el equipo que selló la permanencia por los pelos se proclamó subcampeón de la Bundesliga por delante del Bayern de Múnich y el Borussia Dortmund. Un curso excelso que les sirvió para volver a la Champions. Su fiel afición no les abandonó en las malas y celebró al máximo su hito histórico. [La posible alineación del Real Madrid frente al Stuttgart en su estreno en la Champions League] En reconstrucción Ahora viven una nueva etapa y se presentan a la cita en el feudo madridista con la ilusión de dar la campanada. Nunca se ha medido al Real Madrid y lo hará tras conseguir su primera victoria de la temporada. Y es que el inicio de los de Sebastian Hoeneß no ha sido demasiado fácil. La plantilla que sorprendió al fútbol alemán el curso pasado es totalmente distinta a la de este curso. Muchos futbolistas estaban cedidos y han abandonado el club y se han producido también tres ventas muy importantes. Guirassy, estrella el año pasado con 28 goles en Bundesliga, puso rumbo al Borussia Dortmund a cambio de 18 millones. Además, también se marcharon Hiroki Ito y Waldemar Anton. Deniz Undav celebra un gol frente al Bayer Leverkusen. REUTERS En su lugar han llegado varios jugadores libres, otros cedidos y seis futbolistas tras el pago de un traspaso. El gran movimiento del verano ha sido Deniz Undav a cambio de 26,7 millones, así como Ermedin Demirovic por 21. Dos refueros en la delantera para suplir los goles de Guirassy. El nuevo Stuttgart suma cuatro puntos en tres partidos. Le costó arrancar tras la derrota en la Supercopa frente al Leverkusen y no ha sido hasta este último fin de semana cuando ha llegado su primer triunfo en liga al superar el Borussia Mönchengladbach por 1-3. El tiempo dirá qué es del Stuttgart. Sueñan con volver a ser como antes y tienen ante sí un reto complicado, pero muy bonito. Partido a partido y cimentando una base que les haga estar en una posición tranquila durante los próximos años.